Basas y capiteles califales inéditos procedentes del Palacio Real de Valencia
Carmen Barceló Carda
Patrice Cressier
Josep Vicent Lerma Alegria
[page-n-407]
ARCHJVO DE PREBJSTORIA LEVANTINA
Vol XX (Valencia, 1990)
CARMEN BARCELÓ*, PATRICE CRESSIER** y JOSEP VICENT LERMA***
BASAS Y CAPITELES CALIFALES INÉDITOS PROCEDENTES
DEL PALACIO REAL DE VALENCIA(*)
l.
EL CONTEXTO DE LOS HALLAZGOS
El conjunto de materiales arquitectónicos que se estudia en este trabajo (1) fue recuperado en el curso de las excavaciones de salvamento efectuadas por el Servicio de
Investigación Arqueológica Municipal (S.I.A.M.) en las ruinas del antiguo Palacio Real
de Valencia a finales de 1986, con motivo de la construcción del colector Norte de la ciuda d, salvo un fragmento de capitel epigrafiado, cuyo hallazgo casual se produjo con algunos años de anterioridad, si bien en la misma zona donde se asentaba dicho palacio
(calle General Elío), por lo que dada su unidad estilística, no cabe duda de la pertenencia de todos ellos al mismo ámbito constructivo.
Se trataba de un edificio gótico con muros de sillería en el que documentamos <'i n
situ» basas islámicas reutilizadas y otras ya de época cristiana, en un ambiente ornamental claramente mudéja.r, así como un segundo fragmento de capitel encontrado ent re los desplomes de esta antigua construcción.
La planimetría de este recinto palatino, en la parte descubierta por las labores arqueológicas, puso de manifiesto una gran unidad arquitectónica que se articulaba simétricamente en función de un espacio central abierto hacia Levante, de acuerdo con lejanos modelos aúlicos islámicos.
• Departamento de l..cngua y LiiAlratura Árabes, Universidad de Córdoba.
•• Casa de Velázquez, Madrid.
••• Servicio de Investigación Arqueológica Municipal, Ayuntamiento de Valencia.
(•) Una versión francesa de esto artículo podrá ser consultada en Cuadernos de Mod!nat ai-Zahtl!', 2.
(!) La documentació.n gráfica do este nrticulo ha sido realizada por J . Casado, R. EsiA!IIés y E. Gonz&.Iez de Durana: para ellos nuestro
agradecimiento.
-407 -
[page-n-408]
C. BARCELÓ, P. CRESSIER y J . V. LERMA
2
o
X. L...
Fig. l . -Voluta de capitel epi¡raliado. Cl General Elío (Valencia).
- 408-
[page-n-409]
BASAS Y CAPITELES CALIFALES
3
Baste este breve comentario para apuntar la problemática de la arquitectura mudéjar en las tierras valencianas, sobre la que, sin duda, esta residencia real arrojará una
nueva luz, dejando para otra ocasión el desarrollo que este tema requiere, y centrándonos aquí en el análisis de algunos de sus elementos ornamentales.
II. LOS CAPITELES
A) EL CAPITEL EPIGRAFIADO
El primer fragmento corresponde a la mayor parte de una voluta de ángulo y su correspondiente ábaco (figs. 1 y 2); sus dimensiones aproximadas son 15 cm. de alto por
12 cm. de largo (2).
El modo de enroscamiento de esta voluta permite suponer que el capitel era más
bien un derivado del corintio de tres filas de acanto que uno de orden compuesto.
Para precisar la atribución cronológica y estilística de esta pieza nos hemos basado
en dos tipos de datos: unos epigráficos, a partir de la inscripción lineal cúfica que
adorna el ábaco, y otros decorativos y estilísticos a partir del ataurique esculpido en la
misma voluta.
Datos estos últimos que son tratados en primer lugar.
l. LA DECORACIÓN VEGETAL
En este punto, no podemos trabajar más que sobre dos elementos de esta decoración: por un parte, un grupo de cuatro folíolos que se repite a todo lo largo del enroscamiento vegetal, sobre sus dos caras, (fig. 3d), y por otra un pequeño elemento trilobulado dispuesto por parejas en los extremos de este enroscamiento (fig. 3c). Nos hemos
apoyado igualmente en la presencia de una volutilla inversa situada en el ángulo del
capitel, entre el ábaco y la voluta, así como en las características de la roseta central de
la misma (fig. 3b y a).
a)
La roseta central
Muy erosionada en las dos caras de la voluta, únicamente es posible observar cinco
perforaciones de trépano, dispuestas en círculo. Esta distribución sugiere un elemento
primitivo relativamente poco extendido en las piezas califales conocidas, en las que la
florecilla de cuatro pétalos es frecuente en este lugar.
Sin embargo, se deben señalar un capitel procedente de Loja (Granada), datado en
el 951-952 (3), aunque su cálato presenta una decoración sensiblemente más evolucio(2) Admitiendo en principio la cronología que hemos propuesto para esto capitel y adoptando los datos metro16gicoa proporcionados
por E. Domíngues Pereta (E. OOMÍÑGUEZ PERELA:
frecuentemente uti!Uado en esta época está próximo a los 47 ems.
(3) L. TORRES BALBAS: .Arte hispano-musulmán hasta la caída del Califato de Córdoba•. Historia de Es pana, V. Madrid, 1973 (recdición), pág. 670,
475.
s..
-409 -
[page-n-410]
4
C. BARCELÓ, P. CRESSIER y J . V. LERMA
a
o
b
o
Fig. 2.-Caras laterales de la voluta.
- 410-
2: e-•
[page-n-411]
BASAS Y CAPITELES CALIFALES
5
nada, y sobre todo, algunos fragmentos de volutas encontrados en el Salón Rico de
Madinat al-Zahr-a:' (4).
b)
La volutilla inversa
La existencia de un elemento de transición entre la voluta y el ábaco, en los ángulos
de los capiteles, no es rara. Puede tratarse de una hoja lisa, una cuña decorada con palmetas, etc. La volutilla inversa, sin embargo, no está muy extendida hasta mediados
del siglo X. Se encuentran exemplares lisos en los capiteles he y g0 de la serie de los corintios califales con acanto liso (12) en la Gran Mezquita de Córdoba (5), cuya posición
en el momento lleva a datarlos en el 958, momento de la transformación de la fachada
por Abd al-Ra}:un~rn III. Ornamentadas de folíolos o de una trenza, las volutillas inversas están presentes en el Salón Rico en el 956-57 (6), haciéndose en adelante más frecuentes en la producción califal, sobre todo cordobesa.
e)
El florón trilobulado
Curiosamente, este elemento vegetal, considerado como poco significativo, es raro
en las volutas de capiteles. Cabe señalar una forma muy próxima en una pieza ricamente decorada en Segovia (7), datada en el 960-61. El arte taifa lo utilizará de nuevo,
con proporciones más alargadas.
d)
El grupo de cuatro folíolos
Este motivo vegetal es, en general, uno de los elementos constitutivos de la hoja de
acanto. Así pues, se le puede identificar tanto en el cálato de los capiteles como en sus
volutas. Se encuentra casi idéntico en piezas de Madinat al-Zahr-a:' datadas en el 956-57
(8), y, más claramente todavfa, en una de las pilastras de mármol datada en el 954-55 (9).
Muy rápidamente aparece una cierta tendencia al alargamiento de los folíolos en el
conjunto de los talleres (10), como testimonian la mayor parte de los capiteles del Salón
Rico, donde ya se alcanza, a veces precozmente, un efecto de encaje (11).
(4) B. PAVÓN MALDONADO: •Memoria de la excavación de la mezquita de Mad.i nal al-Zahra• . E xcavaciones Arqucológicll.8 en Es·
palla, 50, Madrid, 1966, lám. XVIll (segunda de la primera fila y segunda de la 8ei(Unda fila ).
(5) P. CRESSIER: •Lea cbapiteaux de la grande mosquée do Cordoue (oratoirca d"Abd ai· RaJ:unll"n r el d"Abd ai-Rl$Din
el la sculpturo de ehapiteaux li l'é poque émirale. Premi~re partie•. Madridcr Mitteilungen, 15, 1984, pág. 225.
(6) TORRES BALBAS: Op.'cit. nota 3, pága. 673, fig. 479.
M. GÓMEZ MORENO: •El arte árabe espaJ'Iol hasta los Almohades. Arte mozárabe-. Ars H~paniae, Ul, Madrid, 1951, pága. 85,
liga. ll6-ll7.
PAVÓN MALDONADO: Op. ciL nota 4, lám. XVIU.
(7) TORRES BALSAS: Op. ciL nota 3, pága. 674, fig. 480.
R. REVILLA VIELVA: .Patio árabe del Museo Arqueológico Nacional. Catálogo dcacriptivo-. Madrid, 1932, 1ám. 15.
(8) TORRES BALBAS: Op. ciL nota 3, pág. 673, fig. 479.
(9) TORRES BALDAS: Op. ciL nota 3, pág. 672, fig. 478.
(10) Véase el capitel de Sqovia datado como ae ha dicho en los años ~1 (TORRES BALBAS: Op. cil. nota 3, pág. 674, fig. 480), el
destinado al Alcúar de Có;.¡oba (ibidem, pág. 674, fig. 481) o el del Museo de Córdoba (ibúkm, pág. 676, fig. 482).
' (11) M. GÓMEZ MORENO: ·El arte árabe espaJ'Iol hasta los Almohades. Arte mozárabe-. Ara Billpaniae,
Madrid, 1951, pág. 81, fig.
112; pág. 83, fig. ll4; pág. 85. liga. ll6-ll8.
m
m.
-411-
[page-n-412]
b
O
1c m
Xl....=::l
Fig. S.-Elementos del repertorio d ecorativo vegetal.
a
b
Fig. 4.- Banda ep~gráfica.
[page-n-413]
BASAS Y CAPITELES CALIFALES
7
Sin embargo, algunos de los fragmentos encontrados en las excavaciones de este
mismo Salón Rico ofrecen una decoración de folíolos idéntica a la del nuestro (12), lo
que pone de manifiesto la existencia de diferentes manos en el seno del taller creador
de estas formas.
Estas primeras constataciones son perfectamente coherentes con la evolución de las
coronas de acanto de la canastilla del capitel tal como la define E. Domínguez Perela
(13): partiendo únicamente del motivo vegetal de los cuatro folíolos, una horquilla cronológica entre el940 y el960, probablemente limitable incluso a los años 950-960, es la
más plausible.
Decoración y cronolog!a
Los cuatro parámetros juzgados significativos nos llevan, pues, a una datación relativamente precisa del capitel, que pudo ser esculpido entre los añ.os 950 y 960 (14). En
cambio queda planteado un problema, que desafortunadamente, no es posible resolver
aquí, el del taller que produjo esta obra: ¿Se trata de un capitel importado de Córdoba,
como lo deja suponer su gran parentesco con las piezas de Madlnat al-Zahrii', o bien nos
encontramos ante una obra producida localmente?
e)
2.
LA DECORACIÓN EPIGRÁFICA
La inscripción que soporta el ábaco de este fragmento de capitel debía, originalmente, cubrir todo el contorno de aquél. Se trata de una línea de escritura cúfica simple, esculpida en relieve. Una parte de la primera palabra ha desaparecido, pero resulta fácil reconstruirla en la medida en que se reconoce una fórmula jaculatoria
común, que se sitúa normalmente en el inicio de todo tipo de documentos arábigo-islámicos (fig. 4).
La banda epigráfica conservada puede traducirse del modo siguiente: «[En el nom~re de AllAh, el Clemente y el Mi] sericordioso. La bendición de Dios para Abü ~d
Ya 'far...».
Dos tipos de observaciones pueden efectuarse sobre este texto que no incluye, como
puede comprobarse, ninguna fecha.
Morfología
El trazado de las letras configuradas en el ábaco corresponde, como se ha dicho, a
un cúfico simple. Gracias a los trabajos realizados por M. Ocañ.a Jiménez sobre este
tipo de escritura en al-Andalus, es posible establecer paralelos muy próximos entre la
del capitel de Valencia y la de las obras epigrafiadas cordobesas (fig. 5). Los trazados
más significativos utilizados en esta pieza coinciden con los que se encuentran en las
a)
(12) PAVÓN MALDONADO: Op. ciL nota 4,1ám. XVDI, fragmentos 3 y 4 de la lila suPQrior.
(13) E. DOMÍNOUEZ PER.ELA; .La evolución de la COI'ODA de hojas en los capiteles hiapan~musulmanes-. Boletín de la Aaociación Espatlola de Orientaliataa, 20, 1984, pág. 329, fig. 7, y sobre todo desplegable final páp. 386-337.
(14) Florecilla: 951-62; volutilla inveru: 956-67, 958; florón trilobulado: 900-61; grupo de cuatro CoUoloa: 964-65, 956-67, 900-61.
-413-
[page-n-414]
C. BARCELÓ, P. CRESSIER y J. V. LERMA
8
LL
.....
r-r-1
C:: l q
élGl
el
~
é;J
Q~
~1
~1
Q\
\ ..., 1
GJ
.....
.....
C. l
(Q)
N
.....
tJ
(")
.....
~
r
~
~
~~
cJJ
lt)
.....
.....
.....
[page-n-415]
BASAS Y CAPITELES CALIFALES
9
inscripciones que, en Córdoba, se datan entre los años 360 y 365 de la Héjira (970-976
d.n.e.). Para este mismo período, se documenta un nivel de correspondencia similar
para el trazado delldm alif y el de la palabra Alláh.
En cambio, entre las formas cordobesas que presenta M. Ocaña y las del capitel de
Valencia, aparece una diferencia significativa en cuanto al trazado de la 14f que, en
nuestra pieza, no ofrece la terminación curva tan particular de la letra nan (15). Con
todo, en algunos capiteles cordobeses de los años 353 (964-5) y 360 (970-1), el trazado
de la 14f adopta una forma muy semejante al de la obra valenciana (16), siendo, por el
contrario, diferentes el de las otras letras. Por lo tanto, puede pensarse que la terminación del nan labrada en el límite de una de las caras, fue suprimida por el escultor ante
la falta de espacio.
Finalmente, debe destacarse que la técnica de talla es buena, manteniéndose la línea de base horizontal y los márgenes superior e inferior regulares. Al contrario que en
muchos de los ejemplares cordobeses, aquí no existe cartucho (17).
Este encuadre cronológico entre los años 970-976 es levemente contradictorio con la
datación obtenida a partir de los parámetros estilísticos, que apuntaba hacia los años
940-960. Dado el escaso número disponible de elementos vegetales de comparación
para esta última, dicha incompatibilidad, es sin duda alguna más aparente que real, y
por tanto, puede considerarse que la pieza fue esculpida lo más tarde en el 970.
b) Interpretación
Desde el punto de vista del contenido del texto, resulta evidente que se trata de una
fórmula propiciatoria. En todos los capiteles epigrafiados conocidos, la inscripción comienza del mismo modo que en el estudiado aquí, aunque la basmala suele ser más
corta en los de Córdoba, que omiten los dos calificativos divinos de «Clemente,. y «Misericordioso» (18).
Esta inscripción conmemoraba, ciertamente, la construcción de un edificio, y debía
contener el nombre del donante, el del maestro de obras y la fecha. En lo que se refiere
al edificio en cuestión, nada en el texto conservado nos permite precisar si se trataba de
un palacio (19), una mezquita o una simple casa.
El nombre que figura en este capitel es el de Abú Al;lma~ Ya' far. En la onomástica
de al-Andalus, es muy frecuente que este nombre (ism) de Ya' far se asocie a la kunya
Abú AJ:unad (20). Estos son el nombre y la kunya que llevaba el famoso cadí de Valencia
(15} M. OCAAA JIMÉNEZ: .El cúlico wepano y su evolución•. Madrid, 1970; ver lllll figurllll 7-8 y 9-10. La mayor semejanza se docu·
menta en las piezas 24-26.
(16) M. OCAÑAJIMÉNEZ: •Capiteles epigTBiiadoe de Madinat al·Zahrli'•· Al·Andtllue, IV, 1936, págs. 158·166.
M. OCAAA JIMÉNEZ: •Capiteles epigrafiadoe del Baño del Albaicín de Granada• . Al·Andalue, IV, 1936, págs. 166-168. Fig.
pág. 165, 166-7.
M._OC.AAA JOONEZ: •Capiteles epigrafiadoe del Alcázar de Córdoba.. Al·Anda!W!, m, 1935, págs. 158· 159 y fig. 157.
(17} OCANA JIMÉNEZ: Op. cit. nota 16.
M. GÓMEZ MORENO: •CapitelC$ árabes documentados•. Al-Andalue, Vl, 19U, págs. 422-427.
(18) C. BARCELÓ, A. LA.BARTA: &rvidores de los califas cordobeace mencionados en pie%u arquitectónicas•. Homeni\Íc a Ana Maria
Viccnt, QSrdnba, en prensa.
(19) Baaándon011 en la loealizaci6n de 108 hallazgos, propusimos en un primer momento la hipótesis de que el capitel per!A!necía a la
munyo o palacio do 'Abd aJ.'Azi% al-Maneiir (1021· 1061}: J. V. LERMA. C. BARCELÓ, F. ESCRlBÁ: ..Arqucologia urbana: primeres
troballce de l'almúnis d'Abd a). A%iz>. Boletín de lnfoTDllltión Municipal (A.yuntamicnto de Valencia), .S, pág. 15, 1982.
(20) Puedo comprobarM consultando los diecionarios biográlieos de al-Andalue. Véase para esta cueatión: M. MAJÚN: .Onomástica
árabe en al·Andalua: iam, 'alam y lrunya•. Al·Qantara, 4, 1983, pág. 131· 149.
-415-
[page-n-416]
10
C. BARCELÓ, P. CRESSIER y J. V. LERMA
E
u
"'
o
-416-
[page-n-417]
11
BASAS Y CAPITELES CALIFALES
Ibn Yahhaf quemad~ vivo por el Cid Campeador. Su nombre exacto era Abft Al;unad Ya'
far b. 'Abd AllAh b. Ya' far. Siendo conocido sobre todo por el nombre de su familia (21).
Los datos estilísticos y epigráficos, como se ha visto, coinciden en datar el capitel alrededor del 970 y hacen por tanto imposible su atribución a personalidad histórica alguna que viviera a finales del siglo XI. Por el momento, ningún elemento nos permite
identificar al personaje valenciano que llevó este nombre y que debió gozar de una posición social suficiente como para haber podido encargar la construcción de un importante monumento.
Con todo, no puede eludirse la posibilidad de una importación de materiales en Valencia durante la primera mitad del siglo XI, puesto que es conocido cuán frecuente era
en la época, la reutilización de obras llegadas de Córdoba, tanto en edificios sevillanos y
granadinos, como en los norteafricanos (22).
B) EL FRAGMENTO DE CAPITEL COMPUESTO
De este segundo capitel no nos ha llegado más que un fragmento de voluta de ángulo, suficiente para permitirnos precisar que, al contrario del precedente, es de orden
compuesto (fig. 6).
Las caras laterales de la voluta presentan un motivo de trenza vegetal y el equino
un ataurique de florones trilobulados. Ninguna de estas decoraciones es especialmente
significativa en cuanto a su cronología, aun cuando todas ellas pertenecen al repertorio
califal. Cabe señalar, pues, este efecto de trenza regular, que generalmente está presente en las nervaduras axiales de los acantos del cálato del capitel, a veces, también
en los pequeños cálices secundarios, o en otros elementos menores (23).
En cuanto a los componentes vegetales así organizados, se trata de palmetas dobles
encerrando un botón triangular, motivo muy próximo, en suma, a los florones terminales de la voluta del capitel precedente. La decoración de folíolos afrontados del dorso de
la voluta está igualmente muy extendida (24).
El ataurique de florones del equino se documenta frecuentemente al final de la
época califal, así a modo de ejemplo pueden recordarse los pequeños capiteles fuera de
contexto de la gran mezquita de Córdoba (25), y más aún en época taifa, los de la Aljafería de Zaragoza (26). Sin embargo, este motivo existe desde el inicio del reinado de
'Abd al-Ra.J:unan III (27).
A la vista de algunos de estos argumentos, una datación en la segunda mitad del siglo X parece segura, aunque no sea posible establecer una mayor precisión.
(21 ) Sobre esta familia yeobre au papel en la historia de Valencia, véase A. HUICI: •Historia mWiuhnana de Valencia yau región•. Vol.
n, Valencia, 1970.
(22) Véat~e, por ~emplo, M. OCAÑA JIMÉNEZ: .Capiteles epigrafutdos del Alcázar de Córdoba-. AI·AndaiWI,
1935, págs. 165-167.
M. OCANA JÍMÉNEZ: ·Capit.eles epigrafiados del Bal\o del Albaicín en G:ranada-. AI·Andalua, IV, 1936, págs. 166-168.
(23) TORRES BALBAS: Op. ciL nota 3, pág. 445, fig. 2.'15, datado ya en la época de 'Abd ai·Ral;unAn ID.
(24) QÓMEZ MORENO: Op. cit. nota 11, pág. 159, fig. 2ll.
(25) Reutilizados en loa ladoa de la capiUa mudéjar de la gran me2quita de Córdoba.
(26) Véase, por ejemplo, P. MARINETI'O SÁNCBEZ: oCapit.eles califales del Muaeo Nacional de Arte ffiapano Muaulmán•. Cuadernos
de Arte de la Universidad de Granada, xvm, 1987, pág. 199.
(27) MARINETTO SÁNCHEZ: Op. ciL nota 26, pág. 189.
m,
-417-
[page-n-418]
12
C. BARCELó, P. CRESSIER y J . V. LERMA
A
2
1
Fig. 7 .-Basa califal decorada (A). Palacio Real de Valenica.
[page-n-419]
BASAS Y CAPITELES CALIFALES
13
Este fragmento de capitel compuesto, desde un punto de vista formal, no nos
aporta, en suma, más que bastante pocas informaciones nuevas sobre este lote valenciano de obras califales. Con todo, hay que reseñar que las dimensiones de la voluta
conservada implican que la altura de esta pieza no debía superar apenas los 29 cm.
(28). Así, en el caso de que hubiera pertenecido al mismo monumento original que la
precedente, no habría podido tener, lógicamente, la misma funcionalidad.
En cambio, el material en el que está labrado, esto es, mármol rosado aparentemente similar al de la famosa «Pila de Játiva», sí permite suponer la existencia de un
taller local en las comarcas centrales del País Valenciano, que en este momento trabaja
el mármol de las canteras del Buixcarro (Barxeta, Játiva), o bien reutiliza anti.g uas piezas romanas.
III.
A)
l.
LAS BASAS
LAS BASAS DECORADAS
LA DECORACIÓN
Las dos basas de columnas, de estilo claramente califal, se estructuran, como lamayor parte de los elementos conocidos de esta época, en cuatro registros principales separados por filetes: un plinto (1], un toro [2], una escocia [3] y un toro [4]. Esta composición corresponde a la concepción de la basa ática clásica. En esta línea, seguidamente
se revisa el repertorio decorativo de sus diferentes zonas (figs. 7 y 8).
a)
Los toros [2 y 4]:
Están decorados con una trenza de tres cintas y con un lazo de dos cintas respectivamente. Se trata del esquema adoptado por muchas de las basas califales repertoriadas, tales como las del Salón Rico de Madlnat al-Zahr1I' (29), las supuestamente procedentes del .palacio califal de Córdoba (30), u otras de origen más incierto (31); otra
solución frecuentemente adoptada es la de los toros simplemente acanalados (32).
b)
El plinto [1]:
Presenta la misma decoración de las basas A y B de Valencia; esto es, una alternancia de hojas y de florones trilobulados. En la primera, está mejor conservada; apreciándose discos en la base de la hoja, retorno en V en el lóbulo central del florón, triángulos
en la base de ambos poniendo de relieve la ondulación del tallo común, e inscripción del
(28) Ver nota 2.
(29) CÓMEZ MORENO: Op. ciL nota ll, pág. 83, 6g. ll6.
R. CASTEJÓN: •Mcdina Azabara.-. León, 1976, pág. 56.
C. EWERT: ·Spaniac:b-Islamiacl>e Syateme aicb Kteuunder &gen. m. Die Aijafería in Zaragoza•. Madrider Foncbungen, 12.
Berlín, 1980, lám. 64, núm. 47b.
Sin duda TORRES BALSAS: Op. cit. nota 3, pág. 686, fig. 612.
(30) R. REVILLA VIE.LVA: •Patio á rabe del Museo Arqueológico Nacional. CatAlogo deiiOÍptivo•. Madrid. 1932. lám. ll.
(31) TORRES BALBAS: Op. cit. nota 3, pág. 687, 6g. 514.
(32) Basa de Posadas ccll8
VJ, 1926, fig. 111, pág. 226; o ciertas pi~BB de Madtnat al-ZahrA': PAVÓN MALOONADO: Op. cU. nota, 4, pág. 42, fig. 23.
- 419 -
[page-n-420]
14
C. BARCELó, P. CRESSIER y J . V. LERMA
B
Fi¡. S.~Basa califal decorada (B). Palacio Real de Valen.cia.
[page-n-421]
BASAS Y CAPITELES CALIFALES
15
conjunto dentro de un cartucho. Este friso se encuentra, con componentes un poco menos estilizados, en el mismo registro [1] en una de las basas de Madinat al-Zahra' (33),
y, en el regis tro superior [3], en una de aquéllas catalogadas como procedentes del palacio califal de Córdoba, conservada en Madrid (34).
e)
La escocia [3]:
Los temas ornamentales adoptados en las basas A y B son, esta vez, totalmente dististos. En la segunda (B), se trata de una de las numerosas variantes de la decoración
precedente, en la que los lóbulos inferiores de la hoja son reemplazados por dos folíolos
incurvados. Tales variantes más complejas se reconocen tanto en una pieza de Madinat
al-Zahra:' (35), como en el intradós de ciertos arcos de la ampliación de al-Hakam IT en
la Gran Mezquita de Córdoba (36). El motivo empleado en la primera basa (A), consiste
en una serie de palmetas cóncavas. En realidad, podría tratarse de la versión estilizada
de un friso de hojas enlazadas separadas por rosetas de cuatro pétalos, presente en las
basas de las pilastras del salón de 'Abd al-R~dn liT en Madinat al Zahra:' (37), o bien
de un trasunto del ovario de los capiteles clásicos.
2.
FILIACIÓN Y CRONOLOGÍA
Los principales elementos de referencia, al igual que para el fragmento de capitel,
se encuentran en Madinat al-Zahra' y Córdoba. La similitud de ciertos motivos y de su
factura es tal que debe plantearse seriamente el problema de la importación de estas
piezas en Valencia, en una época todavía indeterminada.
En cuanto al momento de su labra, parece que puede situarse hacia mediados del siglo X, con un elemento esencial de comparación, el Salón Rico de Madinat al Zahra'
(953-57). Aunque el hecho de que las basas sean generalmente menos conocidas que los
capiteles -solamente una quincena de ellas es reproducida en la bibliografia- obliga a
mantener una cierta imprecisión, arriba y abajo, para esta atribución cronológica.
B)
l.
LAS BASAS LISAS
LA IMPRECISIÓN DE LOS CONOCIMIENTOS ACTUALES
Las basas lisas plantean problemas de estudio más delicados que las decoradas, por
la misma sencillez de sus formas y el reducido número de los elementos que intervienen en su composición. Como es sabido, la arquitectura clásica define tres tipos principales de basas, llamados ático, jónico y corintio (38). El primero es el que presenta una
TORRES BALBAS: Op. cit. nota 3 , pág. 686, fig. 512.
REVILLA VlELVA: Op. cit. nota 30, lám. 11.
TORRES BALBAS: Op. cit. nota 3, pág. 686, fig. 513.
C. EWER'n .Spanisch·Wamische Systcme sich Kreuzender BiSgen ah StOtzkonatrulrtioncn dcr vier Rippenkuppeln 1n der Ehema·
lige Hauptmoschee von Córdoba-. Madrider Fonclumgen, 2, Berlfn, 1968, IAm. 62.
(37) TORRES BALBAS: Op. cit. nota 3, pág. 688, fig. 516.
GÓMEZ MORENO: Op. cit. nota 11, pág. 81, fig. 113
(38) •Vocabulaire de I'Archi~.ecture: Pri.n clpee d'analyse scientifique. A.rcbitecture. Méthode e~ vocabulaire-. Parla, 1972; véase pág. 88 y
f.ga. 51-68.
(33)
(34)
(35)
(86)
-421 -
[page-n-422]
16
C. BARCELÓ, P. CRESSIER y J. V. LERMA
'/
.'-'../
~
.)
'
1
~,
~-
\~
.1
'
·
r
1
+.
(
<
..
~~
l
o
:>G
!ww
Fig. 9.-Basa califal lisa 1065. Palacio Real de Valencia.
10cm.
1
[page-n-423]
BASAS Y CAPITELES CALIFALES
17
composición más simple, asociando de abajo a arriba, un plinto, un toro, una escocia limitada por filetes, y finalmente, un nuevo toro de diámetro inferior al primero. Otros
autores ya han demostrado (39) que, en época califal, las basas lisas retoman dicho esquema ático simplificándolo a veces ligeramente: desaparición del filete inferior, a veces
de los dos, y eventualmente, sustitución del toro inferior por un cuarto bocel arriba del
plinto.
Ni F. Hernández Giménez que ha demostrado la influencia de estas basas califales
en las producciones románicas de Cataluña, ni B. Pavón Maldonado que ha publicado
diversas piezas de la mezquita de Madinat al-Zahra' (40), han estudiado las proporciones de los diferentes componentes de estas basas, así como tampoco sus eventuales variaciones cronológicas. Por tanto, no es posible obtener, en el estado actual de nuestros
conocimientos, y en tanto no se inicie una investigación sistemática, indicios cronológicos precisos a partir de algunas piezas de este tipo estudiadas aquí.
Volviendo a estas últimas, parece oportuno dividirlas en dos grupos de importancia
numérica desigual pero homogéneos y bien caracterizados por sus elementos morfológicos, dimensiones y el material utilizado, a los que hay que añadir una obra atípica aislada.
2. ELGRUPOl
Reúne a las basas 1.065, 1.066 y 2.157 (figs. 9-11). Las tres miden 30 cm. de lado y
están realizadas en mármol. Las tres pertenecen al tipo ático, tal como es interpretado
en la época califal.
La 2.157 presenta una escocia muy erosionada. En la 1.065 y la 1.066 aparece un filete entre es ta escocia y el toro superior, mientras que los dos toros tienen un perfil rígido que recuerda la asociación de dos cuartos de círculos. Como en las basas decoradas
A y B, el plinto es muy poco saliente en relación al bloque s uperior. Se encuentran
ejemplares comparables tanto en la gran mezquita de Córdoba, como en Madinat alZahra', con un ensanchamiento frecuentemente algo más neto (41). Entre las piezas ya
publicadas, el módulo de 30 cm. aquí adoptado no es frecuente; siendo aparentemente
más fácil encontrar módulos del orden de 45 cm., o incluso de 53 cm.; no obstante, se recordarán dos basas de Madinat al-Zahra' que miden 31'0 y 31'5 cm. (42).
El desconocimiento que se tiene de las variaciones temporales de las proporciones
de los diferentes elementos constitutivos de estas basas califales nos impide ir más lejos en la atribución de estas piezas valencianas; por lo tanto, habra que conformarse,
vistos los paralelos evidentes con Madinat al-Zahra' y la Córdoba califal, con la confirmación de que seguramente fueron esculpidas entre los años 950 y 1000.
(39} Por ~Uemplo, L. TORRES BALBAS: •Baaa.s califales decoradas-. AI-Andalua, D, 1934, pága. 842-344.
(40) F. HERNÁNDEZ: •Un aapec:tAI de la influencia del arte califal en Catalw'la (Baaaa y capitclca del •iglo XI)•• Archivo Eapallol d e
Arte y Arqueología, 16, 1930, págs. 21-49.
PAVÓN MALOONADO: Op. cít. nota 4 , en partieular liga. 22,23 y 97.
(41) HERNÁNDE.Z: Op. eíl. nota 40, liga. 22-23.
PAVÓN MALOONADO: Op. eíl. nota 4, fig. 23.
(42) RERNÁNDEZ: Op. cit. nota 40, fig. 22
PAVÓN MALDONADO: Op. cit. nota 4, fig. 23c.
-423 -
[page-n-424]
C. BARCELÓ, P. CRESSIER y J. V. LERMA
18
(
..·
.
"
(\.
...
'
.•
.
..
. ··.~
~
. 1
\
(:...'.::·/"~ ..
Fig. 10. -Basa califal lisa 1066. Palacio real d e Valencia.
- 424-
[page-n-425]
BASAS Y CAPITELES CALIFALES
19
.·
j -.
•
'¡
J
~
:
-·
~·
'·
- =-- ,,.
Fig.ll.- Basa califal lisa 2157. Palacio Real de Valencia.
[page-n-426]
20
C. BARCELó, P. CRESSIER y J. V. LERMA
/
/
/
/
/
--- ---
/
1
1
'
......
'
'
''
"'
1
\
'
\
\
\
\
\
\
1
1
\
\
\
1
\
1
1
,1
.-- t
·/•
x.
•
"-=-- ==--==--==- -= 10 cm.
Fig. 12.- Basa lisa ll50. Palacio Real de Valencia.
-426-
[page-n-427]
BASAS Y CAPITELES CALIFALES
21
X
o
10 cm
~~ ~-=~-=~-=~~¡
~
Fi,g. 13.-Basa lisa 1038. Palacio Real de Valencia.
3. ELGRUP02
El segundo grupo comprende cinco basas, de arenisca mal definida (1.150) o de arenisca (1.038, 1.042, 1.018 y 1.019) (figs. 12-16). Si la primera de ellas no mide más que
32'8 cm. de lado en la base, el resto son un poco mayores: 36'1 ó 36'2 cm.
La 1.150 se caracteriza por un plinto achaflanado con un cuarto bocel, muy saliente
en relación al toro superior, siendo este ensanchamiento casi igual a la altura de la escocia, así como por una concavidad bastante pronunciada de esta última.
Las 1.038 y 1.042 retoman este esquema acentuando aún más la curvatura sobre el
plinto y registrando la desaparición del filete superior entre la escocia y el toro.
Finalmente, las 1.018 y 1.019 adoptan una sección abiertamente campaniforme por
la adición de una moldura cóncava sobre el plinto.
Estas basas no corresponden ni por su composición a partir de elementos, en suma,
muy clásicos, ni por sus proporciones, con lo que conocemos de las producciones islámicas, ya sean éstas califales o taifa. Por el contrario, las soluciones adoptadas recuerdan
de hecho el mundo cristiano de los siglos XII-XITI, y tal vez XIV; particularmente el del
Norte de la Península Ibérica, en el que el empleo de basas con perfil de galleta cada
vez más neto, está abundantemente documentado, desde en San Vicente de Avila (ini-427 -
[page-n-428]
C. BARCELÓ, P. CRESSIERy J . V LERMA
.
22
-"\
\· .. .L
. ~~: -
. ··..
. ..
¡:·
r
.
\
-:" - ~..
.-
•1 ••.• •••• • •
'
.'
.·
Fil. 14.-Baaa lisa 1042. Palacio Real de Valencia.
-428-
-...... •·:.
"'/ ..
...
...
..
:·.
.
·
[page-n-429]
BASAS Y CAPITELES CALIFALES
.... •..
. . / :l.
. . ,..- í
'""'""'~"
·'
23
.·
.·..
·.
X
- =- : :=- -
Fig. 15.-Bua u.a 1018. Palacio Real de Valencia.
- 429-
-dJ e •
[page-n-430]
24
C. BARCELÓ, P. CRESSIER y J . V. LERMA
·:1
r
'l.. f
.X:: t!
.,
r·
'·
' •.•,
(
1
Fig. 16.-Basa lisa 1019. Palacio Real de Valencia.
[page-n-431]
BASAS Y CAPITELES CALIFALES
25
cios del siglo XII) hasta en la cripta de Santiago de Compostela (fines del siglo XII) o en
la catedral de Burgos (siglo XIII) (43).
Con estos precedentes, parece probable admitir en una primera hipótesis de trabajo,
que este segundo grupo de basas lisas fuera esculpido expresamente para la edificación
gótica del Palacio Real de Valencia, en el que las piezas islámicas, que constituyen el
objeto principal de este artículo, no fueron sino reutilizadas.
3.
LA BASA 1.138
La composición de la basa 1.138 (fig. 17) no responde a ninguno de los esquemas antiguos, incluidos aquellos, más complejos que los vistos anteriormente, seguidos por los
tipos jónicos o corintios. En realidad, parece concebida como la superposición de dos basas distintas; en efecto, se documentan de abajo a arriba: plinto, escocia, toro, y después, de nuevo plinto, filete, escocia y toro. No habiendo sido posible, por el momento,
encontrarle ningún paralelo. Con todo, las proporciones de cada uno de los dos subconjuntos considerados individualmente (a pesar de una escocia netamente más cóncava),
el material utilizado (mármol) y las dimensiones en la base (30 cm.), nos llevan a avanzar la hipótesis de que nos encontramos ante una pieza atípica contemporánea de las
basas califales del primer grupo (1.065, 1.066 y 2.157).
IV.
IMPORTACIONES CORDOBESAS Y PRODUCCIÓN LOCAL
Desde el punto de vista de la cronología y si se excluyen las cinco basas lisas seguramente cristianas, el grupo de obras estudiadas aquí es muy homogéneo y debe ser situado en el último tercio del siglo x, con algunas probables variaciones entre ellas, imposibles de determinar con mayor precisión.
El problema del origen de las diferentes piezas es más difícil de resolver. Finalmente nos encontramos ante tres hipótesis, por otra parte no excluyentes, entre las
cuales no parece posible elegir una definitivamente:
- Producción cordobesa importada a Valencia en época califal para un edificio oficial no identificado.
- Obra de un taller local para un edificio de este mismo período.
- Importación cordobesa en época taifa, momento de gran desarrollo urbanístico y
arquitectónico.
Las basas lisas todavía no han sido objeto de suficiente número de estudios y consecuentemente no pueden ayudarnos demasiado. Por el contrario, como se ha visto, el
fragmento de capitel epigrafiado y las dos basas decoradas presentan con respecto a las
producciones de Madinat al-Zahra' sobrados paralelismos como para que pueda suponérseles un origen común. No obstante, la homogeneidad formal que se generaliza en la
segunda mitad del siglo X obliga a no excluir una fabricación local, que en el caso de la
voluta de capitel compuesto parece confirmarse.
(43) Vúac, por ltiemplo, Ara Hispaniae V, fig. 481; Ars Hispaniae VII, fig. 1, fig. 20, fig• .có, etc.
-431-
[page-n-432]
26
C. BARCELÓ, P. CRESSIER y J . V. LERMA
Fig. 17.-Basa l.isa USS.
- 432-
[page-n-433]
BASAS Y CAPITELES CALIFALES
27
La hipótesis según la cual alguna o varias de nuestras piezas pudieran ser manufacturas regionales, implica la existencia en Valencia de una fuerte actividad arquitectónica ya bajo el Califato, lo que no se corresponde con las fuentes escritas (lbn
:ijayyan) que mencionan sobre todo los programas constructivos llevados a cabo posteriormente por los reyezuelos Mubarak y Muzaffar.
El caso de las basas decoradas se plantea de un modo algo distinto: lo que sabemos
de este tipo de elementos arquitectónicos fuera de Córdoba, en Toledo o en Almería,
permite suponer que rápidamente aparecen ciertas divergencias en relación a los tipos
de Madinat al-Zahr1i'. Por lo tanto, el origen cordobés de estas piezas parece más probable.
La epigraffa, que ha permitido matizar las atribuciones cronológicas efectuadas exclusivamente a partir del repertorio decorativo, en cambio no arroja excesiva luz sobre
el problema de su procedencia: la forma adoptada por la inscripción se acomoda tanto a
un origen cordobés como provincial, en tanto que el personaje al cual hace alusión no
está documentado, por el momento, ni en la capital del calüato ni en Valencia. Por otra
parte, cabe preguntarse si existió en esta ciudad un status socio-político mínimamente
suficiente como para que el nombre de un personaje pudiera aparecer labrado sobre un
conjunto arquitectónico y que éste fuera precisamente el de Abu AJ:unad Ya' far.
Dado el estado actual de los conocimientos, y partiendo de indicios sin duda aún demasiado tenues, hemos adoptado como hipótesis de trabajo, lógicamente modificable en
función de la aparición de nuevos datos, la de una elaboración local de alguna pieza (el
capitel compuesto), paralela a una importación desde Córdoba, a partir de la época califal, sin que pueda asegurarse para esta última propues ta si se trata únicamente de
piezas manufacturadas o si bien es la mano de obra la que se desplaza. Por tanto su
reutilización en un monumento cristiano como el Palacio Real de Valencia, se produjo
probablemente aprovechando las ruinas de uno o varios edificios califales o taüales. Así
habría podido funcionar un primer taller valenciano antes del período taüa, en concurrencia con las producciones cordobesas.
En todo caso, será necesario suponer un desarrollo urbano de Valencia desde el Califato y la edificación entonces de monumentos de un cierto prestigio, posibilidad que
recientes hallazgos arqueológicos efectuados en la misma parecen efectivamente sugerir sin todavía poder cofirmarlo plenamente, siendo las piezas presentadas en este estudio su testimonio decorativo más brillante.
Por último, cabe interrogarse sobre las motivaciones de la reutilización de piezas ostensiblemente islámicas en un palacio cristiano cuyo solo contexto mudéjar no es suficiente para justificar su auténtico sentido, aún existiendo otros casos muy tardíos como
el de la colegiata de 'lbrrijos ('!bledo). Si el programa político no es tan claro como el de
los Albomades reutilizando sistemáticamente piezas omeyas en Sevilla, Marrakech,
Fés o Salé, no es por ello menos real, si bien falta todavía descürarlo.
-433-
[page-n-434]
[page-n-435]
ARCHJVO DE PREBJSTORIA LEVANTINA
Vol XX (Valencia, 1990)
CARMEN BARCELÓ*, PATRICE CRESSIER** y JOSEP VICENT LERMA***
BASAS Y CAPITELES CALIFALES INÉDITOS PROCEDENTES
DEL PALACIO REAL DE VALENCIA(*)
l.
EL CONTEXTO DE LOS HALLAZGOS
El conjunto de materiales arquitectónicos que se estudia en este trabajo (1) fue recuperado en el curso de las excavaciones de salvamento efectuadas por el Servicio de
Investigación Arqueológica Municipal (S.I.A.M.) en las ruinas del antiguo Palacio Real
de Valencia a finales de 1986, con motivo de la construcción del colector Norte de la ciuda d, salvo un fragmento de capitel epigrafiado, cuyo hallazgo casual se produjo con algunos años de anterioridad, si bien en la misma zona donde se asentaba dicho palacio
(calle General Elío), por lo que dada su unidad estilística, no cabe duda de la pertenencia de todos ellos al mismo ámbito constructivo.
Se trataba de un edificio gótico con muros de sillería en el que documentamos <'i n
situ» basas islámicas reutilizadas y otras ya de época cristiana, en un ambiente ornamental claramente mudéja.r, así como un segundo fragmento de capitel encontrado ent re los desplomes de esta antigua construcción.
La planimetría de este recinto palatino, en la parte descubierta por las labores arqueológicas, puso de manifiesto una gran unidad arquitectónica que se articulaba simétricamente en función de un espacio central abierto hacia Levante, de acuerdo con lejanos modelos aúlicos islámicos.
• Departamento de l..cngua y LiiAlratura Árabes, Universidad de Córdoba.
•• Casa de Velázquez, Madrid.
••• Servicio de Investigación Arqueológica Municipal, Ayuntamiento de Valencia.
(•) Una versión francesa de esto artículo podrá ser consultada en Cuadernos de Mod!nat ai-Zahtl!', 2.
(!) La documentació.n gráfica do este nrticulo ha sido realizada por J . Casado, R. EsiA!IIés y E. Gonz&.Iez de Durana: para ellos nuestro
agradecimiento.
-407 -
[page-n-408]
C. BARCELÓ, P. CRESSIER y J . V. LERMA
2
o
X. L...
Fig. l . -Voluta de capitel epi¡raliado. Cl General Elío (Valencia).
- 408-
[page-n-409]
BASAS Y CAPITELES CALIFALES
3
Baste este breve comentario para apuntar la problemática de la arquitectura mudéjar en las tierras valencianas, sobre la que, sin duda, esta residencia real arrojará una
nueva luz, dejando para otra ocasión el desarrollo que este tema requiere, y centrándonos aquí en el análisis de algunos de sus elementos ornamentales.
II. LOS CAPITELES
A) EL CAPITEL EPIGRAFIADO
El primer fragmento corresponde a la mayor parte de una voluta de ángulo y su correspondiente ábaco (figs. 1 y 2); sus dimensiones aproximadas son 15 cm. de alto por
12 cm. de largo (2).
El modo de enroscamiento de esta voluta permite suponer que el capitel era más
bien un derivado del corintio de tres filas de acanto que uno de orden compuesto.
Para precisar la atribución cronológica y estilística de esta pieza nos hemos basado
en dos tipos de datos: unos epigráficos, a partir de la inscripción lineal cúfica que
adorna el ábaco, y otros decorativos y estilísticos a partir del ataurique esculpido en la
misma voluta.
Datos estos últimos que son tratados en primer lugar.
l. LA DECORACIÓN VEGETAL
En este punto, no podemos trabajar más que sobre dos elementos de esta decoración: por un parte, un grupo de cuatro folíolos que se repite a todo lo largo del enroscamiento vegetal, sobre sus dos caras, (fig. 3d), y por otra un pequeño elemento trilobulado dispuesto por parejas en los extremos de este enroscamiento (fig. 3c). Nos hemos
apoyado igualmente en la presencia de una volutilla inversa situada en el ángulo del
capitel, entre el ábaco y la voluta, así como en las características de la roseta central de
la misma (fig. 3b y a).
a)
La roseta central
Muy erosionada en las dos caras de la voluta, únicamente es posible observar cinco
perforaciones de trépano, dispuestas en círculo. Esta distribución sugiere un elemento
primitivo relativamente poco extendido en las piezas califales conocidas, en las que la
florecilla de cuatro pétalos es frecuente en este lugar.
Sin embargo, se deben señalar un capitel procedente de Loja (Granada), datado en
el 951-952 (3), aunque su cálato presenta una decoración sensiblemente más evolucio(2) Admitiendo en principio la cronología que hemos propuesto para esto capitel y adoptando los datos metro16gicoa proporcionados
por E. Domíngues Pereta (E. OOMÍÑGUEZ PERELA:
(3) L. TORRES BALBAS: .Arte hispano-musulmán hasta la caída del Califato de Córdoba•. Historia de Es pana, V. Madrid, 1973 (recdición), pág. 670,
475.
s..
-409 -
[page-n-410]
4
C. BARCELÓ, P. CRESSIER y J . V. LERMA
a
o
b
o
Fig. 2.-Caras laterales de la voluta.
- 410-
2: e-•
[page-n-411]
BASAS Y CAPITELES CALIFALES
5
nada, y sobre todo, algunos fragmentos de volutas encontrados en el Salón Rico de
Madinat al-Zahr-a:' (4).
b)
La volutilla inversa
La existencia de un elemento de transición entre la voluta y el ábaco, en los ángulos
de los capiteles, no es rara. Puede tratarse de una hoja lisa, una cuña decorada con palmetas, etc. La volutilla inversa, sin embargo, no está muy extendida hasta mediados
del siglo X. Se encuentran exemplares lisos en los capiteles he y g0 de la serie de los corintios califales con acanto liso (12) en la Gran Mezquita de Córdoba (5), cuya posición
en el momento lleva a datarlos en el 958, momento de la transformación de la fachada
por Abd al-Ra}:un~rn III. Ornamentadas de folíolos o de una trenza, las volutillas inversas están presentes en el Salón Rico en el 956-57 (6), haciéndose en adelante más frecuentes en la producción califal, sobre todo cordobesa.
e)
El florón trilobulado
Curiosamente, este elemento vegetal, considerado como poco significativo, es raro
en las volutas de capiteles. Cabe señalar una forma muy próxima en una pieza ricamente decorada en Segovia (7), datada en el 960-61. El arte taifa lo utilizará de nuevo,
con proporciones más alargadas.
d)
El grupo de cuatro folíolos
Este motivo vegetal es, en general, uno de los elementos constitutivos de la hoja de
acanto. Así pues, se le puede identificar tanto en el cálato de los capiteles como en sus
volutas. Se encuentra casi idéntico en piezas de Madinat al-Zahr-a:' datadas en el 956-57
(8), y, más claramente todavfa, en una de las pilastras de mármol datada en el 954-55 (9).
Muy rápidamente aparece una cierta tendencia al alargamiento de los folíolos en el
conjunto de los talleres (10), como testimonian la mayor parte de los capiteles del Salón
Rico, donde ya se alcanza, a veces precozmente, un efecto de encaje (11).
(4) B. PAVÓN MALDONADO: •Memoria de la excavación de la mezquita de Mad.i nal al-Zahra• . E xcavaciones Arqucológicll.8 en Es·
palla, 50, Madrid, 1966, lám. XVIll (segunda de la primera fila y segunda de la 8ei(Unda fila ).
(5) P. CRESSIER: •Lea cbapiteaux de la grande mosquée do Cordoue (oratoirca d"Abd ai· RaJ:unll"n r el d"Abd ai-Rl$Din
el la sculpturo de ehapiteaux li l'é poque émirale. Premi~re partie•. Madridcr Mitteilungen, 15, 1984, pág. 225.
(6) TORRES BALBAS: Op.'cit. nota 3, pága. 673, fig. 479.
M. GÓMEZ MORENO: •El arte árabe espaJ'Iol hasta los Almohades. Arte mozárabe-. Ars H~paniae, Ul, Madrid, 1951, pága. 85,
liga. ll6-ll7.
PAVÓN MALDONADO: Op. ciL nota 4, lám. XVIU.
(7) TORRES BALSAS: Op. ciL nota 3, pága. 674, fig. 480.
R. REVILLA VIELVA: .Patio árabe del Museo Arqueológico Nacional. Catálogo dcacriptivo-. Madrid, 1932, 1ám. 15.
(8) TORRES BALBAS: Op. ciL nota 3, pág. 673, fig. 479.
(9) TORRES BALDAS: Op. ciL nota 3, pág. 672, fig. 478.
(10) Véase el capitel de Sqovia datado como ae ha dicho en los años ~1 (TORRES BALBAS: Op. cil. nota 3, pág. 674, fig. 480), el
destinado al Alcúar de Có;.¡oba (ibidem, pág. 674, fig. 481) o el del Museo de Córdoba (ibúkm, pág. 676, fig. 482).
' (11) M. GÓMEZ MORENO: ·El arte árabe espaJ'Iol hasta los Almohades. Arte mozárabe-. Ara Billpaniae,
Madrid, 1951, pág. 81, fig.
112; pág. 83, fig. ll4; pág. 85. liga. ll6-ll8.
m
m.
-411-
[page-n-412]
b
O
1c m
Xl....=::l
Fig. S.-Elementos del repertorio d ecorativo vegetal.
a
b
Fig. 4.- Banda ep~gráfica.
[page-n-413]
BASAS Y CAPITELES CALIFALES
7
Sin embargo, algunos de los fragmentos encontrados en las excavaciones de este
mismo Salón Rico ofrecen una decoración de folíolos idéntica a la del nuestro (12), lo
que pone de manifiesto la existencia de diferentes manos en el seno del taller creador
de estas formas.
Estas primeras constataciones son perfectamente coherentes con la evolución de las
coronas de acanto de la canastilla del capitel tal como la define E. Domínguez Perela
(13): partiendo únicamente del motivo vegetal de los cuatro folíolos, una horquilla cronológica entre el940 y el960, probablemente limitable incluso a los años 950-960, es la
más plausible.
Decoración y cronolog!a
Los cuatro parámetros juzgados significativos nos llevan, pues, a una datación relativamente precisa del capitel, que pudo ser esculpido entre los añ.os 950 y 960 (14). En
cambio queda planteado un problema, que desafortunadamente, no es posible resolver
aquí, el del taller que produjo esta obra: ¿Se trata de un capitel importado de Córdoba,
como lo deja suponer su gran parentesco con las piezas de Madlnat al-Zahrii', o bien nos
encontramos ante una obra producida localmente?
e)
2.
LA DECORACIÓN EPIGRÁFICA
La inscripción que soporta el ábaco de este fragmento de capitel debía, originalmente, cubrir todo el contorno de aquél. Se trata de una línea de escritura cúfica simple, esculpida en relieve. Una parte de la primera palabra ha desaparecido, pero resulta fácil reconstruirla en la medida en que se reconoce una fórmula jaculatoria
común, que se sitúa normalmente en el inicio de todo tipo de documentos arábigo-islámicos (fig. 4).
La banda epigráfica conservada puede traducirse del modo siguiente: «[En el nom~re de AllAh, el Clemente y el Mi] sericordioso. La bendición de Dios para Abü ~d
Ya 'far...».
Dos tipos de observaciones pueden efectuarse sobre este texto que no incluye, como
puede comprobarse, ninguna fecha.
Morfología
El trazado de las letras configuradas en el ábaco corresponde, como se ha dicho, a
un cúfico simple. Gracias a los trabajos realizados por M. Ocañ.a Jiménez sobre este
tipo de escritura en al-Andalus, es posible establecer paralelos muy próximos entre la
del capitel de Valencia y la de las obras epigrafiadas cordobesas (fig. 5). Los trazados
más significativos utilizados en esta pieza coinciden con los que se encuentran en las
a)
(12) PAVÓN MALDONADO: Op. ciL nota 4,1ám. XVDI, fragmentos 3 y 4 de la lila suPQrior.
(13) E. DOMÍNOUEZ PER.ELA; .La evolución de la COI'ODA de hojas en los capiteles hiapan~musulmanes-. Boletín de la Aaociación Espatlola de Orientaliataa, 20, 1984, pág. 329, fig. 7, y sobre todo desplegable final páp. 386-337.
(14) Florecilla: 951-62; volutilla inveru: 956-67, 958; florón trilobulado: 900-61; grupo de cuatro CoUoloa: 964-65, 956-67, 900-61.
-413-
[page-n-414]
C. BARCELÓ, P. CRESSIER y J. V. LERMA
8
LL
.....
r-r-1
C:: l q
élGl
el
~
é;J
Q~
~1
~1
Q\
\ ..., 1
GJ
.....
.....
C. l
(Q)
N
.....
tJ
(")
.....
~
r
~
~
~~
cJJ
lt)
.....
.....
.....
[page-n-415]
BASAS Y CAPITELES CALIFALES
9
inscripciones que, en Córdoba, se datan entre los años 360 y 365 de la Héjira (970-976
d.n.e.). Para este mismo período, se documenta un nivel de correspondencia similar
para el trazado delldm alif y el de la palabra Alláh.
En cambio, entre las formas cordobesas que presenta M. Ocaña y las del capitel de
Valencia, aparece una diferencia significativa en cuanto al trazado de la 14f que, en
nuestra pieza, no ofrece la terminación curva tan particular de la letra nan (15). Con
todo, en algunos capiteles cordobeses de los años 353 (964-5) y 360 (970-1), el trazado
de la 14f adopta una forma muy semejante al de la obra valenciana (16), siendo, por el
contrario, diferentes el de las otras letras. Por lo tanto, puede pensarse que la terminación del nan labrada en el límite de una de las caras, fue suprimida por el escultor ante
la falta de espacio.
Finalmente, debe destacarse que la técnica de talla es buena, manteniéndose la línea de base horizontal y los márgenes superior e inferior regulares. Al contrario que en
muchos de los ejemplares cordobeses, aquí no existe cartucho (17).
Este encuadre cronológico entre los años 970-976 es levemente contradictorio con la
datación obtenida a partir de los parámetros estilísticos, que apuntaba hacia los años
940-960. Dado el escaso número disponible de elementos vegetales de comparación
para esta última, dicha incompatibilidad, es sin duda alguna más aparente que real, y
por tanto, puede considerarse que la pieza fue esculpida lo más tarde en el 970.
b) Interpretación
Desde el punto de vista del contenido del texto, resulta evidente que se trata de una
fórmula propiciatoria. En todos los capiteles epigrafiados conocidos, la inscripción comienza del mismo modo que en el estudiado aquí, aunque la basmala suele ser más
corta en los de Córdoba, que omiten los dos calificativos divinos de «Clemente,. y «Misericordioso» (18).
Esta inscripción conmemoraba, ciertamente, la construcción de un edificio, y debía
contener el nombre del donante, el del maestro de obras y la fecha. En lo que se refiere
al edificio en cuestión, nada en el texto conservado nos permite precisar si se trataba de
un palacio (19), una mezquita o una simple casa.
El nombre que figura en este capitel es el de Abú Al;lma~ Ya' far. En la onomástica
de al-Andalus, es muy frecuente que este nombre (ism) de Ya' far se asocie a la kunya
Abú AJ:unad (20). Estos son el nombre y la kunya que llevaba el famoso cadí de Valencia
(15} M. OCAAA JIMÉNEZ: .El cúlico wepano y su evolución•. Madrid, 1970; ver lllll figurllll 7-8 y 9-10. La mayor semejanza se docu·
menta en las piezas 24-26.
(16) M. OCAÑAJIMÉNEZ: •Capiteles epigTBiiadoe de Madinat al·Zahrli'•· Al·Andtllue, IV, 1936, págs. 158·166.
M. OCAAA JIMÉNEZ: •Capiteles epigrafiadoe del Baño del Albaicín de Granada• . Al·Andalue, IV, 1936, págs. 166-168. Fig.
pág. 165, 166-7.
M._OC.AAA JOONEZ: •Capiteles epigrafiadoe del Alcázar de Córdoba.. Al·Anda!W!, m, 1935, págs. 158· 159 y fig. 157.
(17} OCANA JIMÉNEZ: Op. cit. nota 16.
M. GÓMEZ MORENO: •CapitelC$ árabes documentados•. Al-Andalue, Vl, 19U, págs. 422-427.
(18) C. BARCELÓ, A. LA.BARTA: &rvidores de los califas cordobeace mencionados en pie%u arquitectónicas•. Homeni\Íc a Ana Maria
Viccnt, QSrdnba, en prensa.
(19) Baaándon011 en la loealizaci6n de 108 hallazgos, propusimos en un primer momento la hipótesis de que el capitel per!A!necía a la
munyo o palacio do 'Abd aJ.'Azi% al-Maneiir (1021· 1061}: J. V. LERMA. C. BARCELÓ, F. ESCRlBÁ: ..Arqucologia urbana: primeres
troballce de l'almúnis d'Abd a). A%iz>. Boletín de lnfoTDllltión Municipal (A.yuntamicnto de Valencia), .S, pág. 15, 1982.
(20) Puedo comprobarM consultando los diecionarios biográlieos de al-Andalue. Véase para esta cueatión: M. MAJÚN: .Onomástica
árabe en al·Andalua: iam, 'alam y lrunya•. Al·Qantara, 4, 1983, pág. 131· 149.
-415-
[page-n-416]
10
C. BARCELÓ, P. CRESSIER y J. V. LERMA
E
u
"'
o
-416-
[page-n-417]
11
BASAS Y CAPITELES CALIFALES
Ibn Yahhaf quemad~ vivo por el Cid Campeador. Su nombre exacto era Abft Al;unad Ya'
far b. 'Abd AllAh b. Ya' far. Siendo conocido sobre todo por el nombre de su familia (21).
Los datos estilísticos y epigráficos, como se ha visto, coinciden en datar el capitel alrededor del 970 y hacen por tanto imposible su atribución a personalidad histórica alguna que viviera a finales del siglo XI. Por el momento, ningún elemento nos permite
identificar al personaje valenciano que llevó este nombre y que debió gozar de una posición social suficiente como para haber podido encargar la construcción de un importante monumento.
Con todo, no puede eludirse la posibilidad de una importación de materiales en Valencia durante la primera mitad del siglo XI, puesto que es conocido cuán frecuente era
en la época, la reutilización de obras llegadas de Córdoba, tanto en edificios sevillanos y
granadinos, como en los norteafricanos (22).
B) EL FRAGMENTO DE CAPITEL COMPUESTO
De este segundo capitel no nos ha llegado más que un fragmento de voluta de ángulo, suficiente para permitirnos precisar que, al contrario del precedente, es de orden
compuesto (fig. 6).
Las caras laterales de la voluta presentan un motivo de trenza vegetal y el equino
un ataurique de florones trilobulados. Ninguna de estas decoraciones es especialmente
significativa en cuanto a su cronología, aun cuando todas ellas pertenecen al repertorio
califal. Cabe señalar, pues, este efecto de trenza regular, que generalmente está presente en las nervaduras axiales de los acantos del cálato del capitel, a veces, también
en los pequeños cálices secundarios, o en otros elementos menores (23).
En cuanto a los componentes vegetales así organizados, se trata de palmetas dobles
encerrando un botón triangular, motivo muy próximo, en suma, a los florones terminales de la voluta del capitel precedente. La decoración de folíolos afrontados del dorso de
la voluta está igualmente muy extendida (24).
El ataurique de florones del equino se documenta frecuentemente al final de la
época califal, así a modo de ejemplo pueden recordarse los pequeños capiteles fuera de
contexto de la gran mezquita de Córdoba (25), y más aún en época taifa, los de la Aljafería de Zaragoza (26). Sin embargo, este motivo existe desde el inicio del reinado de
'Abd al-Ra.J:unan III (27).
A la vista de algunos de estos argumentos, una datación en la segunda mitad del siglo X parece segura, aunque no sea posible establecer una mayor precisión.
(21 ) Sobre esta familia yeobre au papel en la historia de Valencia, véase A. HUICI: •Historia mWiuhnana de Valencia yau región•. Vol.
n, Valencia, 1970.
(22) Véat~e, por ~emplo, M. OCAÑA JIMÉNEZ: .Capiteles epigrafutdos del Alcázar de Córdoba-. AI·AndaiWI,
1935, págs. 165-167.
M. OCANA JÍMÉNEZ: ·Capit.eles epigrafiados del Bal\o del Albaicín en G:ranada-. AI·Andalua, IV, 1936, págs. 166-168.
(23) TORRES BALBAS: Op. ciL nota 3, pág. 445, fig. 2.'15, datado ya en la época de 'Abd ai·Ral;unAn ID.
(24) QÓMEZ MORENO: Op. cit. nota 11, pág. 159, fig. 2ll.
(25) Reutilizados en loa ladoa de la capiUa mudéjar de la gran me2quita de Córdoba.
(26) Véase, por ejemplo, P. MARINETI'O SÁNCBEZ: oCapit.eles califales del Muaeo Nacional de Arte ffiapano Muaulmán•. Cuadernos
de Arte de la Universidad de Granada, xvm, 1987, pág. 199.
(27) MARINETTO SÁNCHEZ: Op. ciL nota 26, pág. 189.
m,
-417-
[page-n-418]
12
C. BARCELó, P. CRESSIER y J . V. LERMA
A
2
1
Fig. 7 .-Basa califal decorada (A). Palacio Real de Valenica.
[page-n-419]
BASAS Y CAPITELES CALIFALES
13
Este fragmento de capitel compuesto, desde un punto de vista formal, no nos
aporta, en suma, más que bastante pocas informaciones nuevas sobre este lote valenciano de obras califales. Con todo, hay que reseñar que las dimensiones de la voluta
conservada implican que la altura de esta pieza no debía superar apenas los 29 cm.
(28). Así, en el caso de que hubiera pertenecido al mismo monumento original que la
precedente, no habría podido tener, lógicamente, la misma funcionalidad.
En cambio, el material en el que está labrado, esto es, mármol rosado aparentemente similar al de la famosa «Pila de Játiva», sí permite suponer la existencia de un
taller local en las comarcas centrales del País Valenciano, que en este momento trabaja
el mármol de las canteras del Buixcarro (Barxeta, Játiva), o bien reutiliza anti.g uas piezas romanas.
III.
A)
l.
LAS BASAS
LAS BASAS DECORADAS
LA DECORACIÓN
Las dos basas de columnas, de estilo claramente califal, se estructuran, como lamayor parte de los elementos conocidos de esta época, en cuatro registros principales separados por filetes: un plinto (1], un toro [2], una escocia [3] y un toro [4]. Esta composición corresponde a la concepción de la basa ática clásica. En esta línea, seguidamente
se revisa el repertorio decorativo de sus diferentes zonas (figs. 7 y 8).
a)
Los toros [2 y 4]:
Están decorados con una trenza de tres cintas y con un lazo de dos cintas respectivamente. Se trata del esquema adoptado por muchas de las basas califales repertoriadas, tales como las del Salón Rico de Madlnat al-Zahr1I' (29), las supuestamente procedentes del .palacio califal de Córdoba (30), u otras de origen más incierto (31); otra
solución frecuentemente adoptada es la de los toros simplemente acanalados (32).
b)
El plinto [1]:
Presenta la misma decoración de las basas A y B de Valencia; esto es, una alternancia de hojas y de florones trilobulados. En la primera, está mejor conservada; apreciándose discos en la base de la hoja, retorno en V en el lóbulo central del florón, triángulos
en la base de ambos poniendo de relieve la ondulación del tallo común, e inscripción del
(28) Ver nota 2.
(29) CÓMEZ MORENO: Op. ciL nota ll, pág. 83, 6g. ll6.
R. CASTEJÓN: •Mcdina Azabara.-. León, 1976, pág. 56.
C. EWERT: ·Spaniac:b-Islamiacl>e Syateme aicb Kteuunder &gen. m. Die Aijafería in Zaragoza•. Madrider Foncbungen, 12.
Berlín, 1980, lám. 64, núm. 47b.
Sin duda TORRES BALSAS: Op. cit. nota 3, pág. 686, fig. 612.
(30) R. REVILLA VIE.LVA: •Patio á rabe del Museo Arqueológico Nacional. CatAlogo deiiOÍptivo•. Madrid. 1932. lám. ll.
(31) TORRES BALBAS: Op. cit. nota 3, pág. 687, 6g. 514.
(32) Basa de Posadas ccll8
- 419 -
[page-n-420]
14
C. BARCELó, P. CRESSIER y J . V. LERMA
B
Fi¡. S.~Basa califal decorada (B). Palacio Real de Valen.cia.
[page-n-421]
BASAS Y CAPITELES CALIFALES
15
conjunto dentro de un cartucho. Este friso se encuentra, con componentes un poco menos estilizados, en el mismo registro [1] en una de las basas de Madinat al-Zahra' (33),
y, en el regis tro superior [3], en una de aquéllas catalogadas como procedentes del palacio califal de Córdoba, conservada en Madrid (34).
e)
La escocia [3]:
Los temas ornamentales adoptados en las basas A y B son, esta vez, totalmente dististos. En la segunda (B), se trata de una de las numerosas variantes de la decoración
precedente, en la que los lóbulos inferiores de la hoja son reemplazados por dos folíolos
incurvados. Tales variantes más complejas se reconocen tanto en una pieza de Madinat
al-Zahra:' (35), como en el intradós de ciertos arcos de la ampliación de al-Hakam IT en
la Gran Mezquita de Córdoba (36). El motivo empleado en la primera basa (A), consiste
en una serie de palmetas cóncavas. En realidad, podría tratarse de la versión estilizada
de un friso de hojas enlazadas separadas por rosetas de cuatro pétalos, presente en las
basas de las pilastras del salón de 'Abd al-R~dn liT en Madinat al Zahra:' (37), o bien
de un trasunto del ovario de los capiteles clásicos.
2.
FILIACIÓN Y CRONOLOGÍA
Los principales elementos de referencia, al igual que para el fragmento de capitel,
se encuentran en Madinat al-Zahra' y Córdoba. La similitud de ciertos motivos y de su
factura es tal que debe plantearse seriamente el problema de la importación de estas
piezas en Valencia, en una época todavía indeterminada.
En cuanto al momento de su labra, parece que puede situarse hacia mediados del siglo X, con un elemento esencial de comparación, el Salón Rico de Madinat al Zahra'
(953-57). Aunque el hecho de que las basas sean generalmente menos conocidas que los
capiteles -solamente una quincena de ellas es reproducida en la bibliografia- obliga a
mantener una cierta imprecisión, arriba y abajo, para esta atribución cronológica.
B)
l.
LAS BASAS LISAS
LA IMPRECISIÓN DE LOS CONOCIMIENTOS ACTUALES
Las basas lisas plantean problemas de estudio más delicados que las decoradas, por
la misma sencillez de sus formas y el reducido número de los elementos que intervienen en su composición. Como es sabido, la arquitectura clásica define tres tipos principales de basas, llamados ático, jónico y corintio (38). El primero es el que presenta una
TORRES BALBAS: Op. cit. nota 3 , pág. 686, fig. 512.
REVILLA VlELVA: Op. cit. nota 30, lám. 11.
TORRES BALBAS: Op. cit. nota 3, pág. 686, fig. 513.
C. EWER'n .Spanisch·Wamische Systcme sich Kreuzender BiSgen ah StOtzkonatrulrtioncn dcr vier Rippenkuppeln 1n der Ehema·
lige Hauptmoschee von Córdoba-. Madrider Fonclumgen, 2, Berlfn, 1968, IAm. 62.
(37) TORRES BALBAS: Op. cit. nota 3, pág. 688, fig. 516.
GÓMEZ MORENO: Op. cit. nota 11, pág. 81, fig. 113
(38) •Vocabulaire de I'Archi~.ecture: Pri.n clpee d'analyse scientifique. A.rcbitecture. Méthode e~ vocabulaire-. Parla, 1972; véase pág. 88 y
f.ga. 51-68.
(33)
(34)
(35)
(86)
-421 -
[page-n-422]
16
C. BARCELÓ, P. CRESSIER y J. V. LERMA
'/
.'-'../
~
.)
'
1
~,
~-
\~
.1
'
·
r
1
+.
(
<
..
~~
l
o
:>G
!ww
Fig. 9.-Basa califal lisa 1065. Palacio Real de Valencia.
10cm.
1
[page-n-423]
BASAS Y CAPITELES CALIFALES
17
composición más simple, asociando de abajo a arriba, un plinto, un toro, una escocia limitada por filetes, y finalmente, un nuevo toro de diámetro inferior al primero. Otros
autores ya han demostrado (39) que, en época califal, las basas lisas retoman dicho esquema ático simplificándolo a veces ligeramente: desaparición del filete inferior, a veces
de los dos, y eventualmente, sustitución del toro inferior por un cuarto bocel arriba del
plinto.
Ni F. Hernández Giménez que ha demostrado la influencia de estas basas califales
en las producciones románicas de Cataluña, ni B. Pavón Maldonado que ha publicado
diversas piezas de la mezquita de Madinat al-Zahra' (40), han estudiado las proporciones de los diferentes componentes de estas basas, así como tampoco sus eventuales variaciones cronológicas. Por tanto, no es posible obtener, en el estado actual de nuestros
conocimientos, y en tanto no se inicie una investigación sistemática, indicios cronológicos precisos a partir de algunas piezas de este tipo estudiadas aquí.
Volviendo a estas últimas, parece oportuno dividirlas en dos grupos de importancia
numérica desigual pero homogéneos y bien caracterizados por sus elementos morfológicos, dimensiones y el material utilizado, a los que hay que añadir una obra atípica aislada.
2. ELGRUPOl
Reúne a las basas 1.065, 1.066 y 2.157 (figs. 9-11). Las tres miden 30 cm. de lado y
están realizadas en mármol. Las tres pertenecen al tipo ático, tal como es interpretado
en la época califal.
La 2.157 presenta una escocia muy erosionada. En la 1.065 y la 1.066 aparece un filete entre es ta escocia y el toro superior, mientras que los dos toros tienen un perfil rígido que recuerda la asociación de dos cuartos de círculos. Como en las basas decoradas
A y B, el plinto es muy poco saliente en relación al bloque s uperior. Se encuentran
ejemplares comparables tanto en la gran mezquita de Córdoba, como en Madinat alZahra', con un ensanchamiento frecuentemente algo más neto (41). Entre las piezas ya
publicadas, el módulo de 30 cm. aquí adoptado no es frecuente; siendo aparentemente
más fácil encontrar módulos del orden de 45 cm., o incluso de 53 cm.; no obstante, se recordarán dos basas de Madinat al-Zahra' que miden 31'0 y 31'5 cm. (42).
El desconocimiento que se tiene de las variaciones temporales de las proporciones
de los diferentes elementos constitutivos de estas basas califales nos impide ir más lejos en la atribución de estas piezas valencianas; por lo tanto, habra que conformarse,
vistos los paralelos evidentes con Madinat al-Zahra' y la Córdoba califal, con la confirmación de que seguramente fueron esculpidas entre los años 950 y 1000.
(39} Por ~Uemplo, L. TORRES BALBAS: •Baaa.s califales decoradas-. AI-Andalua, D, 1934, pága. 842-344.
(40) F. HERNÁNDEZ: •Un aapec:tAI de la influencia del arte califal en Catalw'la (Baaaa y capitclca del •iglo XI)•• Archivo Eapallol d e
Arte y Arqueología, 16, 1930, págs. 21-49.
PAVÓN MALOONADO: Op. cít. nota 4 , en partieular liga. 22,23 y 97.
(41) HERNÁNDE.Z: Op. eíl. nota 40, liga. 22-23.
PAVÓN MALOONADO: Op. eíl. nota 4, fig. 23.
(42) RERNÁNDEZ: Op. cit. nota 40, fig. 22
PAVÓN MALDONADO: Op. cit. nota 4, fig. 23c.
-423 -
[page-n-424]
C. BARCELÓ, P. CRESSIER y J. V. LERMA
18
(
..·
.
"
(\.
...
'
.•
.
..
. ··.~
~
. 1
\
(:...'.::·/"~ ..
Fig. 10. -Basa califal lisa 1066. Palacio real d e Valencia.
- 424-
[page-n-425]
BASAS Y CAPITELES CALIFALES
19
.·
j -.
•
'¡
J
~
:
-·
~·
'·
- =-- ,,.
Fig.ll.- Basa califal lisa 2157. Palacio Real de Valencia.
[page-n-426]
20
C. BARCELó, P. CRESSIER y J. V. LERMA
/
/
/
/
/
--- ---
/
1
1
'
......
'
'
''
"'
1
\
'
\
\
\
\
\
\
1
1
\
\
\
1
\
1
1
,1
.-- t
·/•
x.
•
"-=-- ==--==--==- -= 10 cm.
Fig. 12.- Basa lisa ll50. Palacio Real de Valencia.
-426-
[page-n-427]
BASAS Y CAPITELES CALIFALES
21
X
o
10 cm
~~ ~-=~-=~-=~~¡
~
Fi,g. 13.-Basa lisa 1038. Palacio Real de Valencia.
3. ELGRUP02
El segundo grupo comprende cinco basas, de arenisca mal definida (1.150) o de arenisca (1.038, 1.042, 1.018 y 1.019) (figs. 12-16). Si la primera de ellas no mide más que
32'8 cm. de lado en la base, el resto son un poco mayores: 36'1 ó 36'2 cm.
La 1.150 se caracteriza por un plinto achaflanado con un cuarto bocel, muy saliente
en relación al toro superior, siendo este ensanchamiento casi igual a la altura de la escocia, así como por una concavidad bastante pronunciada de esta última.
Las 1.038 y 1.042 retoman este esquema acentuando aún más la curvatura sobre el
plinto y registrando la desaparición del filete superior entre la escocia y el toro.
Finalmente, las 1.018 y 1.019 adoptan una sección abiertamente campaniforme por
la adición de una moldura cóncava sobre el plinto.
Estas basas no corresponden ni por su composición a partir de elementos, en suma,
muy clásicos, ni por sus proporciones, con lo que conocemos de las producciones islámicas, ya sean éstas califales o taifa. Por el contrario, las soluciones adoptadas recuerdan
de hecho el mundo cristiano de los siglos XII-XITI, y tal vez XIV; particularmente el del
Norte de la Península Ibérica, en el que el empleo de basas con perfil de galleta cada
vez más neto, está abundantemente documentado, desde en San Vicente de Avila (ini-427 -
[page-n-428]
C. BARCELÓ, P. CRESSIERy J . V LERMA
.
22
-"\
\· .. .L
. ~~: -
. ··..
. ..
¡:·
r
.
\
-:" - ~..
.-
•1 ••.• •••• • •
'
.'
.·
Fil. 14.-Baaa lisa 1042. Palacio Real de Valencia.
-428-
-...... •·:.
"'/ ..
...
...
..
:·.
.
·
[page-n-429]
BASAS Y CAPITELES CALIFALES
.... •..
. . / :l.
. . ,..- í
'""'""'~"
·'
23
.·
.·..
·.
X
- =- : :=- -
Fig. 15.-Bua u.a 1018. Palacio Real de Valencia.
- 429-
-dJ e •
[page-n-430]
24
C. BARCELÓ, P. CRESSIER y J . V. LERMA
·:1
r
'l.. f
.X:: t!
.,
r·
'·
' •.•,
(
1
Fig. 16.-Basa lisa 1019. Palacio Real de Valencia.
[page-n-431]
BASAS Y CAPITELES CALIFALES
25
cios del siglo XII) hasta en la cripta de Santiago de Compostela (fines del siglo XII) o en
la catedral de Burgos (siglo XIII) (43).
Con estos precedentes, parece probable admitir en una primera hipótesis de trabajo,
que este segundo grupo de basas lisas fuera esculpido expresamente para la edificación
gótica del Palacio Real de Valencia, en el que las piezas islámicas, que constituyen el
objeto principal de este artículo, no fueron sino reutilizadas.
3.
LA BASA 1.138
La composición de la basa 1.138 (fig. 17) no responde a ninguno de los esquemas antiguos, incluidos aquellos, más complejos que los vistos anteriormente, seguidos por los
tipos jónicos o corintios. En realidad, parece concebida como la superposición de dos basas distintas; en efecto, se documentan de abajo a arriba: plinto, escocia, toro, y después, de nuevo plinto, filete, escocia y toro. No habiendo sido posible, por el momento,
encontrarle ningún paralelo. Con todo, las proporciones de cada uno de los dos subconjuntos considerados individualmente (a pesar de una escocia netamente más cóncava),
el material utilizado (mármol) y las dimensiones en la base (30 cm.), nos llevan a avanzar la hipótesis de que nos encontramos ante una pieza atípica contemporánea de las
basas califales del primer grupo (1.065, 1.066 y 2.157).
IV.
IMPORTACIONES CORDOBESAS Y PRODUCCIÓN LOCAL
Desde el punto de vista de la cronología y si se excluyen las cinco basas lisas seguramente cristianas, el grupo de obras estudiadas aquí es muy homogéneo y debe ser situado en el último tercio del siglo x, con algunas probables variaciones entre ellas, imposibles de determinar con mayor precisión.
El problema del origen de las diferentes piezas es más difícil de resolver. Finalmente nos encontramos ante tres hipótesis, por otra parte no excluyentes, entre las
cuales no parece posible elegir una definitivamente:
- Producción cordobesa importada a Valencia en época califal para un edificio oficial no identificado.
- Obra de un taller local para un edificio de este mismo período.
- Importación cordobesa en época taifa, momento de gran desarrollo urbanístico y
arquitectónico.
Las basas lisas todavía no han sido objeto de suficiente número de estudios y consecuentemente no pueden ayudarnos demasiado. Por el contrario, como se ha visto, el
fragmento de capitel epigrafiado y las dos basas decoradas presentan con respecto a las
producciones de Madinat al-Zahra' sobrados paralelismos como para que pueda suponérseles un origen común. No obstante, la homogeneidad formal que se generaliza en la
segunda mitad del siglo X obliga a no excluir una fabricación local, que en el caso de la
voluta de capitel compuesto parece confirmarse.
(43) Vúac, por ltiemplo, Ara Hispaniae V, fig. 481; Ars Hispaniae VII, fig. 1, fig. 20, fig• .có, etc.
-431-
[page-n-432]
26
C. BARCELÓ, P. CRESSIER y J . V. LERMA
Fig. 17.-Basa l.isa USS.
- 432-
[page-n-433]
BASAS Y CAPITELES CALIFALES
27
La hipótesis según la cual alguna o varias de nuestras piezas pudieran ser manufacturas regionales, implica la existencia en Valencia de una fuerte actividad arquitectónica ya bajo el Califato, lo que no se corresponde con las fuentes escritas (lbn
:ijayyan) que mencionan sobre todo los programas constructivos llevados a cabo posteriormente por los reyezuelos Mubarak y Muzaffar.
El caso de las basas decoradas se plantea de un modo algo distinto: lo que sabemos
de este tipo de elementos arquitectónicos fuera de Córdoba, en Toledo o en Almería,
permite suponer que rápidamente aparecen ciertas divergencias en relación a los tipos
de Madinat al-Zahr1i'. Por lo tanto, el origen cordobés de estas piezas parece más probable.
La epigraffa, que ha permitido matizar las atribuciones cronológicas efectuadas exclusivamente a partir del repertorio decorativo, en cambio no arroja excesiva luz sobre
el problema de su procedencia: la forma adoptada por la inscripción se acomoda tanto a
un origen cordobés como provincial, en tanto que el personaje al cual hace alusión no
está documentado, por el momento, ni en la capital del calüato ni en Valencia. Por otra
parte, cabe preguntarse si existió en esta ciudad un status socio-político mínimamente
suficiente como para que el nombre de un personaje pudiera aparecer labrado sobre un
conjunto arquitectónico y que éste fuera precisamente el de Abu AJ:unad Ya' far.
Dado el estado actual de los conocimientos, y partiendo de indicios sin duda aún demasiado tenues, hemos adoptado como hipótesis de trabajo, lógicamente modificable en
función de la aparición de nuevos datos, la de una elaboración local de alguna pieza (el
capitel compuesto), paralela a una importación desde Córdoba, a partir de la época califal, sin que pueda asegurarse para esta última propues ta si se trata únicamente de
piezas manufacturadas o si bien es la mano de obra la que se desplaza. Por tanto su
reutilización en un monumento cristiano como el Palacio Real de Valencia, se produjo
probablemente aprovechando las ruinas de uno o varios edificios califales o taüales. Así
habría podido funcionar un primer taller valenciano antes del período taüa, en concurrencia con las producciones cordobesas.
En todo caso, será necesario suponer un desarrollo urbano de Valencia desde el Califato y la edificación entonces de monumentos de un cierto prestigio, posibilidad que
recientes hallazgos arqueológicos efectuados en la misma parecen efectivamente sugerir sin todavía poder cofirmarlo plenamente, siendo las piezas presentadas en este estudio su testimonio decorativo más brillante.
Por último, cabe interrogarse sobre las motivaciones de la reutilización de piezas ostensiblemente islámicas en un palacio cristiano cuyo solo contexto mudéjar no es suficiente para justificar su auténtico sentido, aún existiendo otros casos muy tardíos como
el de la colegiata de 'lbrrijos ('!bledo). Si el programa político no es tan claro como el de
los Albomades reutilizando sistemáticamente piezas omeyas en Sevilla, Marrakech,
Fés o Salé, no es por ello menos real, si bien falta todavía descürarlo.
-433-
[page-n-434]
[page-n-435]